El término desarrollo sostenible, perdurable o sustentable se aplica al desarrollo socio-económico y fue formalizado por primera vez en el documento conocido como Informe Brundtland (1987), fruto de los trabajos de la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo de Naciones Unidas, creada en Asamblea de las Naciones Unidas en 1983. Dicha definición se asumiría en el Principio 3.º de la Declaración de Río (1992)
El ámbito del desarrollo sostenible puede dividirse conceptualmente en tres partes: ecológico, económico y social. Se considera el aspecto social por la relación entre el bienestar social con el medio ambiente y la bonanza económica. El triple resultado es un conjunto de indicadores de desempeño de una organización en las tres áreas.
Deben satisfacerse las necesidades de la sociedad como alimentación, ropa, vivienda y trabajo, pues si la pobreza es habitual, el mundo estará encaminado a catástrofes de varios tipos, incluidas las ecológicas. Asimismo, el desarrollo y el bienestar social, están limitados por el nivel tecnológico, los recursos del medio ambiente y la capacidad del medio ambiente para absorber los efectos de la actividad humana.
Ante esta situación, se plantea la posibilidad de mejorar la tecnología y la organización social de forma que el medio ambiente pueda recuperarse al mismo ritmo que es afectado por la actividad humana.
A lo que me refiero con un desarrollo integral, es a tomar igual importancia a las diferentes áreas que conforman la vida de un ser humano. Estas son: Salud Física, Profesión-Intelecto, Bienes Materiales, Relaciones Interpersonales (Amigos-Familia), Espiritualidad y Responsabilidad Social.
Casi todos nosotros tenemos la tendencia hacia enfocarnos a dos o tres áreas de las que acabo de mencionar, dejando a un lado las demás como si no tuvieran importancia.
Un ejemplo que puede demostrar lo anterior, es alguien que tenga un negocio propio en el Malecón y trabaje 10 horas o más diariamente, generando muchas ganancias monetarias. Sin embargo, es muy probable, que esa misma persona desatienda su espiritualidad, su intelecto mediante la lectura, educación en escuelas, cultura, etc. Y, por que no decirlo, descuide también a su familia, por querer atender el negocio.
La razón de esto, es que todos nosotros le ponemos una diferente jerarquía de importancia a cada área de nuestras vidas. Unos por ejemplo, le dedican más tiempo al estudio, otros a la pareja, otros a la espiritualidad, etc. Cada quien tiene sus razones, sin embargo, todos estamos hechos de intelecto, físico, relaciones interpersonales, sentimientos y por lo tanto, debemos de encontrar un equilibrio en todas esas áreas, antes de caer en un problema, que puede ir, desde una pérdida emocional hasta una enfermedad grave.
Casi todos nosotros ponemos como pretexto el que no nos da tiempo para todo. Tengan en cuenta que el día está hecho de 24 horas solamente, y que en esas 24 horas nosotros debemos de saber administrar nuestro tiempo con nuestros familiares, amigos, trabajo, descanso, alimento, espiritualidad, y ayuda al prójimo. Este último punto solo se los recomiendo a aquellas personas que tengan satisfechas sus propias necesidades.
Por favor no esperen a que un hijo caiga en vicios por falta de atención o comunicación de los padres.
Por favor no se vallan a enfermar por no comer adecuadamente o por no hacer deporte regularmente.
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